sábado, 20 de octubre de 2007

Biblioteca


Primero fueron los colores brillantes, los dibujos.

Ahora miro otras cosas: editorial, encuadernación (en lo posible, cosida y no pegada), traducción, tipo de letra (que no sea muy chica, porque cuando uno se queda de noche leyendo, empieza a confundir caracteres), autoridad responsable del prólogo, notas, etc.

Pretendí convertirme en bibliotecóloga. Quizás por comenzar a poner un poco de orden en mi biblioteca (simpre dicen que hay que empezar por casa). Quizás por esa necesidad mía de tener todo bajo control, ordenado, catalogado, clasificado, documentado ...

Cursé algunas materias, me encontré con gente que rayaba el más absoluo autismo (en las bibliotecas siempre uno puede toparse con algunos especímenes extraños, casi piezas de mueso), fui guía de la Feria del Libro Infantil y Juvenil (los niños me enloquecían, pero más lo hacían las maestras), me nombraron a Dewey y su sistema de clasificación, miré fotos de las más importantes bibliotecas del mundo (y quedé con la boca abierta, gesto que no puedo sacar de mi rostro hasta el día de hoy. Esto hace que me vea, por momentos, bastante tonta).

Ahora estoy intentando que los libros no invadan todos los espacios que quedan libres en mi hogar. Pero, lo peor de la situación es que, por abandonar la Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines, ya no podré obtener la fórmula secreta para poder ordenar ese mar de papel que amenaza con inundarme.

¿Me ahogaré?

15 comentarios:

chicosoquete dijo...

farenheit 471 contigo...

Dante Bertini dijo...

me uno al comentario anterior, aunque no sé si soportarás el humo.
nada ni nadie debe molestar a ava!

pepe dijo...

podemos volver al estilo de los primeros textos (que eran mucho menos autobiográficos)?
queremos personajes, no personas.

Mr. John Steed dijo...

VÓTEME

malditas musas dijo...

Yo me detuve en la necesidad de tener todo bajo control...
¿Se puede? Y si se logra ¿no es la realidad la que luego lo tiene bajo control a uno?

beso
Musa

Andrés dijo...

Im=pre=sio=nan=te

La fascinación que prodcen las bibliotecas, no hay Playstation que pueda con ella.

Borges ha escrito un poco acerca de eso. Él decía que el paraíso seguramente es una biblioteca.

Bello blog

Anónimo dijo...

ayyy, yo era de esas. Nací con una biblioteca enorme en el living de casa. A los 7 años tenía a Quiroga y su libro de la selva en los estantes a mano para una niñita. Cosas de mi madre. Luego todo cambió. Queda poca cosa. Dicen que hay que deshacerse de los objetos, pero ay! Me has puesto nostálgica...

vladimir maiakovski dijo...

y vos leíste todos esos libros? no parece! sos buena disimulando, eh?

El usuario ha abandonado el sitio. dijo...

Menos papelibros y más sol Ava, ¿no es que la primavera es tu "libro de cabecera"?. Bua, entonces a buscar un solcito fresco y a probar la red lager!

Ava G. dijo...

chicosoquete: sí, lo pensé.

cacho de pan: no hay cosa que me ponga de tan mal humor como el humo. te arruina el pelo, y te deja la ropa con un olor!

pepe: no entendiste nada. ésto es la vida misma!

mr. john: mmmmm, tengo hasta mañana para pensarlo, no?

musa: (no quería pensar en cosas feas, snif, snif).

andy: bien-ve-ni-do! gracias! no pensé que alguien iba a mencionar a borges en este blog. (por el perfil hollywoodense, digo).

mer: a veces es preferible deshacerse de algún pariente, pero jamás de un libro! (excepto ese de los sueños del que les hablé otra de mis entradas).

vladimir: ese estante (y lo que hay sobre él) es mío. viste? no hay que andar por ahí haciendo alarde.

tach: seguiré tu consejo. ahora que se vienen las vacaciones, buscaré un solcito fresco y abriré la red lager. vi los afiches por la calle y me muero por probarla! (vos ya lo hiciste?)


besos a todos!

Anónimo dijo...

coleccionar libros es una gran pasión. Siempre resulta positivo inundar de libros una casa.

un beso.

Alan Murray dijo...

Solia tener una inmensa biblioteca con mas de 400 ediciones de primer nivel, con el tiempo vino la miseria y con la miseria entendí que no necesitaba ninguna de esas mierdas.

En esa biblioteca te falta algo de Alan Murray. Las peores ediciones de la peor literatura, no puede faltar.


Alan Murray

inespoe@gmail.com dijo...

Seguro que sí, a mi me encanta ordenar los libros, creo que soy fetiche librista, sería feliz en una biblioteca, manoseando libros, clasificándolos, soy una viciosa. Me encanta el contraste de los lirbso viejos con los nuevos, disfruto restaurando los libros, poniéndoles lomo, y haciéndoles una original y linda portada.

Mi meta es tener al menos 6000 libros algún día, me encantan los lirbros en rebaja, creo que comprándolos me acerco cada vez más a mi meta, soy una especialista para advertir un buen ejemplar a un precio asequible, pero eso sí, a veces termino arruinada, gastándome todo lo que debí invertir en otra cosa, sin miramientos, sin racionalidad, soy esclava de los libros.

Algún día cumpliré mi sueño.

Fran Invernoz dijo...

Pues cinco minutos antes de leer este post estaba viendo mi modesta biblioteca llena de libros, diarios y revistas, pensando que sobran los periódicos y las revistas y ya es hora de arreglarlos. Me hiciste acordar a Borges, soy un admirador del orden porque soy un desordenado. Me sigue encantando tu blog, aunque no te deje comentarios.

Gonzalo Del Rosario dijo...

Ahhh no . . . tú no has leído mi cuento "Bibliófobo" . . .

http://web-ad-ass.blogspot.com/2007/10/biblifobo-pepe-era-un-nio-que.html

No suelo hacer esto en un comment, pero éste lo amerita.

Ya sabrás por qué . . .