jueves, 15 de noviembre de 2007

De cómo un poeta se convirtió en estilista de una diva.


A Ava se le puede recriminar que no tenga una vida poética. Está bien, eso puede aceptarlo. Pero lo que a Ava nunca le faltará es espíritu aventurero. Él la impulsa, la motiva y la ha conducido a todo tipo de experiencias por demás interesantes (y sobre todo bizarras, muy bizarras).

Hoy les relataré cómo un poeta de nombre Ricardito terminó casi dentro de un probador en un local de vestimenta, asesorando a nuestra diva sobre colores y formas.

Ava caminaba acompañada por el poeta. Hablaban, nada más y nada menos, que del estilo. "Le style c'est l'homme même" y esos lugares comunes. En medio de tan profundo coloquio, el ojo de Ava tuvo la mala idea de desviarse hacia una vidriera. Y lo vio.

Corrió hacia dentro de la tienda. Ricardito, con una palabra que le pendía del labio, miraba con desesperación desde la calle. Ava estuvo dentro unos minutos y salió, completamente exaltada, sonriente, emocionada: "Te necesito. Te necesitamos"- dijo ella.

El pobre poeta, resignado ya, arrastró sus pies y se puso en lenta marcha hacia los probadores. Ava tenía una percha en la mano y hablaba rápido. Le indicó que se quedara en la puerta del cubículo y que esperara unos minutos. Mientras tanto, Ricardito era cruelmente examinado por las demás clientas que, con desconfianza, se aproximaban a los probadores. Ellas no sabían que él era inofensivo, que su corazón era de merengue, que era incapaz de mirar por entre las rendijas de los cubículos.

A los cinco minutos, Ava abría la puerta. Ricardito sentenció: "Es muy oscuro. Muy dark. ¿Vos sos medio retorcida, no?" Cerró la puerta. El poeta, perplejo, quedó solo esta vez con una pregunta que rebotó contra la puerta metálica y que le pegaba en la cara cual pelota de tenis, justo en el medio de la cara.

La segunda salida fue diferente. Ava salió sonriente. Ricardito dijo: "Ahora sí. Te hace juego con el ojo. Sos un cuadro".

Las clientas y vendedoras aplaudieron.

15 comentarios:

malditas musas dijo...

Me encanta ese poeta vestuarista. Él sabe a la perfección de qué color es el ojo de Ava.
Esos son amigos.

besos;)
musa

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Con un consejero así no te equivocaras en el compra. Umm, me imagino como mirarían las demás al verle allí jajaj

un beso

Andrea Martínez Maugard dijo...

Quiero que ese Ricardo me asesore cuando vaya de compras, espero sacar aplausos tb jaja

pepe dijo...

para mi q Ricardito miró para adentro del probador.

El usuario ha abandonado el sitio. dijo...

¿Ricardito es el negrito que a los chicos gusta más?
A propósito! puedes visitar mi blog en www.ahoradespuesvoy.blogspot.com

Tach

Anónimo dijo...

Estoy con Aretha, quiero que Ricardito corazón de merengue me acompañe de compras también!! :-)

Dante Bertini dijo...

seguro que estás divina!!!

vladimir maiakovski dijo...

las vendedoras aplaudieron?
no será "too much", dear?

espiralproscrita dijo...

qué bueno llegar hasta aquí.
me ha encantado leerte, seguiré visitándote.
un abrazo.

inespoe@gmail.com dijo...

Me encantó una vez más Ava, que ritmo.

Por cierto, qué talla era el vestido?

Saluditos con cariñó, Tarant.

unrinconcitoenelmundo dijo...

Hola!!
Es la primera vez que paso por aquí y me voy con muy buen sabor de boca. Me ha encantado tu post y ese Ricardito paciente y buen consejero me produce envidia sana!!
Saludos desde unrinconcitoenelmundo.

chicosoquete dijo...

si, yo también llevo a ricardito a la facultad, me asesora con ecuaciones diferenciales y eso... y cuando tengo ganas de comer el postre siempre está al firme.

Imagina el desierto dijo...

Deben de ser buenos los ojos de ese poeta, mi querida “diva”, ya que usted es de poco elogio. Ahora, eso sí... no imagino a nadie lindo o con talento que responda al nombre de “Ricardito”. Más bien me suena a mero artilugio de su parte: te lo dice una chica que sabe de lo que habla. Sírvase a colaborar con esta humilde y ávida lectora suya y cuente un poco más acerca de este tal “Ricardito” (corazón de merengue)... si es que no le molesta. Además, parece que esta saga tiene hinchada, ¿no?. Kiss

BELMAR dijo...


A cada paso, una nueva sensación sobre la pluma, que ahora es teclado, que transmutada genera nuevos bríos, al amanecer de lo humano...

Ava G. dijo...

lamento desilusionarlos, pero Ricardito fue producto de vuestra imaginación (y también de la mía). aunque, por un momento, creí que realmente había cumplido ese sueño que tenía desde niña: tener un verdadero amigo imaginario.



p.d.:un besito para todos! no, mejor un beso para cada uno. eso de andar compartiendo besos no da.